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Muchos decimos ser libres que hacemos lo que queremos. Cuando somos jóvenes no queremos someternos a nuestros padres argumentando que ahora somos mayores. Cuando alguien entra al cuarto que dormimos y nos apaga el televisor le decimos que no lo haga que es nuestra alcoba y que en ella hacemos lo que queremos.
Jehová hiso al mundo para que el
hombre lo gobernara y lo trabajara para su propio beneficio. Génesis 1: 28 “Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los
peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven
sobre la tierra”
Pero cuando el hombre desobedeció
perdió el derecho de gobernar el mundo y Satanás se apodero de él. 1 Juan 5: 19
“Sabemos que somos de
Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”
Al no estar bajo el dominio de Dios
el hombre cae bajo el dominio de Satanás. Lucas 22: 3 “Y entró Satanás en Judas, por
sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;”
El enemigo no puede poseernos pero
si puede dominarnos. ¿Cómo lo consigue? A través de nuestros sentidos, a través
de lo que vemos y oímos. Lo que vemos y lo que oímos llega a nuestra mente,
convirtiéndose en pensamientos y estos pensamientos manejan nuestros actos, de
tal manera que nuestro comportamiento cambia. V 4 “y éste fue y habló con los principales
sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría”
Satanás no tiene poder para
dominarnos, nosotros se lo permitimos a través de nuestros propios deseos de
pecar. Santiago 1: 14 “sino
que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido”
Satanás es un oportunista el
siempre está buscando la ocasión y la oportunidad para hacernos caer. Lucas 22:
6 “Y él se comprometió,
y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo” el no
ataca de frente primero asecha a su víctima. 1 Pedro 5: 8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar;”
El enemigo quiere controlar nuestra
vida y siempre está esperando que cometamos un error. Pero los seres humanos
seguimos teniendo el poder, tenemos autocontrol. Génesis 4: 7 “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?
y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo,
y tú te enseñorearás de él.”
No dejes que el enemigo controle tu
vida, Jesucristo murió para hacernos libres y con su ayuda lo podemos
lograr. Santiago 4: 7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al
diablo, y huirá de vosotros.”
El enemigo no siempre está afuera
puede estar tan cerca de nosotros que puede estar en nosotros mismos, en
nuestros propios pensamientos. Lucas 22: 21 “Mas he aquí, la
mano del que me entrega está conmigo en la mesa”
Nadie se escapa de la tentación del
enemigo. V 31 “Dijo
también el Señor: Simón,
Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo” Pedro
también iba a ser tentado por Satanás, el zarandeo no solo es con cosas
desagradables, el mundo puede hacer que un cristiano se aleje de Dios de manera
más rápida ofreciéndole cosas que al cristiano le gustan.
El secreto para que Jesús pudiera
soportar lo que padecía estaba en que cuando a Jesús se le incrementaban los
sufrimientos el más incrementaba la oración. V 44 “Y estando en agonía, oraba más
intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la
tierra.”
Cosa contraria a la que hacemos
muchos cristianos, cuando decimos que estamos mal en lugar de orar más nos
desanimamos y no lo queremos hacer. El pretexto para dejar de congregarnos es que
estamos pasando por momentos difíciles.
Solo a través de la oración podemos
mantenernos en pie y no resbalar frente a la tentación. V 46 “y les dijo: ¿Por qué dormís?
Levantaos, y orad para que no entréis en tentación”
Quien controla tu vida, los problemas,
las circunstancias, tus emociones. Solo si dejamos que Jesucristo controle
nuestra vida podremos avanzar en lugar de retroceder. Por mucho tiempo en el
mundo intentamos manejarnos nosotros mismos y de mostramos que fue imposible,
muchos de nuestros fracasos así lo demuestran.
Deja que Jesucristo tome el control
de tu vida, de tu hogar, de tu empresa, de tu empleo, de tu estudio y pronto podrás
ver la diferencia maravillosa que él te ofrece.
Contribuye con nuestro ministerio. Con tu ofrenda podemos llegar a más personas con el evangelio de salvación. CONTÁCTANOS.