Al hombre integral lo podríamos
comparar con un buen árbol, tiene muy buenas raíces, un excelente tronco y
produce frutos.
Tienen la capacidad de crecer,
madurar y adaptarse al medio o las circunstancias que se le presente.
El hombre integral tiene la
facultad de pensar, de amar y de actuar. Tres características importantes en
una persona de éxito. De nada sirve pensar, o querer si no se actúa.
O
lo que es peor de nada sirve actuar cuando no se piensa y tampoco se quiere.
La conjugación de estos tres
elementos puede hacer de una persona un ser integral, todo terrenos capaz de
actuar en cualquiera que sean las circunstancias en la que tenga que vivir.
Una persona integral es necesario
tener un poco de Martha y un poco de maría. Me refiero a la historia de las dos
hermanas de lázaro.
Veamos la historia de Martha y de
María. V 38-42 “Aconteció
que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió
en su casa. 10:39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual,
sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 10:40 Pero Marta se
preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado
que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 10:41
Respondiendo Jesús, le dijo: Marta,
Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 10:42 Pero sólo una cosa
es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”
No es que Martha haya hecho algo malo,
atender a Jesús no era malo alguien lo tenía que hacer. Era necesario atender a
Jesús pero sin descuidar su presencia. Si a ti te llega la visita de la persona
que más quieres y estas solo(a) ¿Qué haces? Te vas a la cocina y te olvidas de
esa visita, te quedas hablando con ella y no le ofreces nada.
Una persona integral debería saber
hacer las dos cosas. Atender a la visita y al a vez disfrutar de su presencia.
Cuál era el problema de Martha:
1. Hacía más de lo que podía y de
lo necesario. 40 a “Pero
Marta se preocupaba con muchos quehaceres,” pregúntate por un momento eso que
estás haciendo o piensas hacer si es necesario. O vale la pena hacerlo.
2. No se gozaba de lo que hacía. V
40 b “y
acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola?” si no estaba
contenta con lo que estaba haciendo era mejor no hacer nada. Martha estaba
cargada con lo que hacía, Estaba tan amargada que se atreve a corregir a Jesús.
3. Queria decidir por las dos. V 40 c “Dile, pues, que me ayude.” Muchas
veces nuestra discusión con los demás es porque queremos que ellos hagan lo que
nosotros hacemos, comemos o decimos.
4. Se afanaba por hacer cosas para
el señor y no tenía tiempo para estar con el señor. V 41 “Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y
turbada estás con muchas cosas.” Muchas veces trabajamos tan duro para nuestra
familia que no tenemos tiempo para estar con ellos. Trabajas tan duro para tu
esposa que ya no tienes tiempo para tener momentos de intimidad; estas tan
cansado. Y lo mismo sucede con Dios hay pastores que trabajan tan duro en la
obra del señor que no tienen tiempo para orar, para leer la palabra. Para
serrar un momento sus ojos y soñar con nuestro amado.
La intimidad con Jesús es muy
importante. Jesús dice venid a mi todos los cansados y agobiados. Mateo 11: 28
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os
haré descansar.”
Hay matrimonios que están tan
ocupados y tan cansados que ya han perdido la pasión, ya no se desean como al
principio. Y esto hace que su relación se enfríe, y poco a poco se marchite
hasta llegar a la muerte.
El samaritano tenía el corazón de maría
y las manos de Martha. V 33-34 “Pero un samaritano, que
iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; 10:34 y acercándose, vendó sus
heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al
mesón, y cuidó de él.”
Los otros solo eran como Martha,
estaban muy ocupados, hacían muy bien su trabajo pero su corazón estaba seco y
duro ya no podían sentir misericordia.
Recuerda no seas solo como maría
porque los sentimientos te podrían traicionar y ser demasiado débil. Pero
tampoco seas solo como Martha porque la dureza puede llegar a tu corazón y no podrás
disfrutar de la vida maravillosa que Dios tiene para ti. Se como Martha y como maría
la combinación perfecta.
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