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jueves, 27 de junio de 2013

Viviendo sin Ansiedad. Lucas 12.

El afán o preocupación es algo que el hombre de hoy puede no tan solo entender, sino que lo experimenta a diario, o ¿Quien puede decir que no tiene problemas, ya sea económicos, familiares, emocionales o cualquier otro? Es allí donde nuestro Dios nos pide que marquemos la diferencia con el mundo...

Hoy más que nunca en nuestra sociedad se vive las consecuencias del afán, lo que se conoce como estrés. Causado mayormente por las tensiones que se viven día a día;
Esto  tiene tanta fuerza que muchas veces los hijos de Dios, cuando han descuidado este aspecto de la vida espiritual, son arrastrados por las mayorías; Lo que desencadena en la pérdida del gozo y paz en el Señor, en perder el disfrute de las bendiciones que recibimos de  parte de Dios...
Mientras estemos en este mundo es normal pasar por momentos de dificultad, el problema es que cada día la ansiedad invade la vida de muchas personas generando una cantidad de enfermedades físicas y mentales. Depresión, estrés, y en muchos casos alteración de nervios tan severo que terminan en artritis.
La ansiedad hace parte de la vida de una persona. Entonces Como superar la ansiedad:
1. Echar nuestra ansiedad sobre Jesucristo. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” Saber que el que cuida de nosotros es Jesucristo.
2. Evitar la fijación solo en lo material. V 22 “Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.” Hay personas que solo viven para lo material. Son capaces de despreciar cualquier cosa con tal de  conseguir lo que quieren. Hebreos 12: 16-17 “no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. 12:17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
3. Valorar la Vida. V 23 “La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.” La vida es muy hermosa como para que la llenes de problemas.
4. Dejar lo Imposible a Dios. V 25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?” alguien dijo alguna vez: si tu problema tiene solución para que te preocupas, y si no tiene solución entonces para que te preocupas.  El ocuparnos antes de tiempo en un problema es lo que causa ansiedad.
5. Confiar en Dios. V 27 “Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.” Confiar es entregarse. Entrega tu vida a Cristo y el se encargará de ti.
6. Tener fe en Dios. V 28 “Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
7. Buscar el reino de Dios. V 31 “Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.” Muchas veces estamos tan preocupados por los problemas que nos olvidamos de buscar de Dios. Buscar el reino de Dios no solo es pedir y pedir un milagro. Buscar el reino de Dios es hacer parte de él de manera activa. V 42 “Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?
8. No dejarnos influenciar por los demás. Números 11: 4 “Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!
9. No anhelar ni vivir del pasado. Números 11: 5 “Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;
10. No ser desagradecido. Números 11: 6 “y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.
Dios quiere lo mejor para nosotros, el quiere darnos paz en medio de la tormenta. Lo que genera ansiedad en nuestra vida no son los problemas, lo que genera ansiedad es nuestra actitud ante los problemas. 2 Corintios 4: 8-9 “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;  4:9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
Recuerda no te preocupes es decir no te ocupes antes de que llegue el problema, confía en Jesucristo él quiere librarte de tus cargas. Si eres un hijo o hija de Dios entonces porque te preocupas. 

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