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Cuantas veces en la vida nos hemos encontrado con personas que lejos de hacernos sentir bien nos hieren y nos lastiman, y es que somos personas frágiles y sensibles, que muchas veces no sabemos el valor que tenemos como personas, nuestra autoestima esta muchas veces demasiado débil y es entonces cuando vienen y nos hacen sentir que no somos importantes, que no somos especiales o que no valemos.
Los publicanos eran judíos
que trabajaban para los Romanos cobrando los impuestos, muchos lo hacían de
manera agresiva por esta razón eran odiados por los judíos ya que los
consideraban traidores.Cuantas veces en la vida nos hemos encontrado con personas que lejos de hacernos sentir bien nos hieren y nos lastiman, y es que somos personas frágiles y sensibles, que muchas veces no sabemos el valor que tenemos como personas, nuestra autoestima esta muchas veces demasiado débil y es entonces cuando vienen y nos hacen sentir que no somos importantes, que no somos especiales o que no valemos.
Los publicanos por lo generala eran
personas aisladas de la sociedad, y por esta razón su manera de actuar era
egoísta. Mateo 5: 46 “Porque si amáis a los que os aman,
¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?” hoy en día no se necesita ser
publicano para sentirse aislado, la sociedad vive de prejuicios; rechaza a los
demás solo porque no tienen la misma capacidad económica, porque no es del
mismo color, o simplemente porque es de una determinada región, Cristo tuvo que
vivir el rechazo social por ser de Nazaret. Juan 1: 46 “Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede
salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.”
Científicamente
se ha comprobado que el rechazo social provoca exactamente la misma reacción en
el cerebro que el dolor físico, muchos hemos
sido rechazados por qué no teníamos los mismos talentos y habilidades que los
demás, cuantas veces te toco sentir que tus compañeros no te escogían para
jugar futbol porque eras muy flaco, y no tenias la habilidad para hacerlo, te
tocaba esperar hasta el final para que te escogieran porque ya no había más.
El problema es que
muchas veces nosotros también rechazamos y muchas personas tal vez sin darnos
cuenta: a nuestros hijos, a nuestros compañeros de trabajo o aun a nuestros
padres.
La buena noticia es que
Jesús vino para sanar nuestro corazón si hemos sido rechazados o si nosotros
somos los que hemos rechazado. Lucas 5:
27 “Después
de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de
los tributos públicos, y le dijo: Sígueme.”
Como superar el rechazo:
1. Tomar la decisión de
seguir a Jesús. V 28 “Y
dejándolo todo, se levantó y le siguió.” dejando todo, los complejos de inferioridad.
2. Creyendo que Jesús
vino por ti y por mí, los enfermos en el corazón. V 32 “No
he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.”
3. Creyendo que Tu y yo
estábamos en los planes de Dios. Jeremías 1: 5 “Antes que te formase en el vientre te
conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.” tal vez no estabas en
los planes de tus padres, pero ya estabas en los planes de Dios. Tú no eres el resultado
de una noche loca de pasión. No eres el resultado de una noche de copas, ni
siquiera puedes creer que seas el resultado de una velación o un descuido. Tú
eres el resultado del amor de Dios.
4. Estar seguros que tú y yo somos
lo más importante para Dios. Mateo 10: 30 “Pues aun vuestros
cabellos están todos contados. 10:31 Así que, no
temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.” Dios no
hace basura.
Cuántas veces
no nos hemos preguntado para qué fuimos creados, cuál es nuestro propósito en
la vida. Y es que cuando no tenemos en claro eso básicamente no tenemos
en nada claro, todo por lo que pudiéramos luchar no sirve de nada si no sabemos
siquiera cuál es nuestro propósito en este mundo.
Podremos tener un millón
de sueños, pero si no entendemos el por qué y el para qué de nuestra
existencia, entonces, nunca podremos superar los momentos en los que dudemos de
nuestra capacidad.
Las dudas no te dejan
avanzar, las dudas son el peor enemigo de un soñador, en un momento pueden
derrumbar toda tu fe, todo en lo que tú crees, pero hay una forma de combatir,
de superar ese obstáculo. Es tan sencillo como saber que cada persona en el
planeta existe por un motivo y con un propósito, nadie, ningún ser humano nació
por casualidad, por más que la gente te quiera hacer creer eso, tú, yo y todas
las personas hemos nacido porque alguien desde mucho tiempo atrás decidió
darnos una razón de ser, un motivo para vivir, un propósito.
Y todos esos sueños,
todas esas ideas que muchos consideran locas e imposibles están en tu mente y
en tu corazón porque alguien más ya las había puesto ahí desde hace tiempo,
incluso desde antes que tú lo imaginaras.
El rechazo más fuerte
nace en nuestra propia mente. Cuando tengas un sueño, aférrate a él, y cuando
vengan aquellos pensamientos a tu vida, queriéndote hacer desistir de tus
anhelos, recuerda que no naciste por casualidad, y que tú tienes un propósito,
que tu vida está por que alguien pensó en ti desde antes de que tú nacieras.
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