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Muchos anhelamos estar o llegar a la cima y para ello corremos y corremos con el fin de alcanzarla y muchas veces no lo logramos.
Para llegar a la cima no basta con
solo querer, es necesario prepararnos para poder llegar.
Lo
difícil del terreno el frio que se siente a medida que se escala la montaña. Hace
que muchos terminen asfixiándose de tal manera que les es imposible continuar
con su travesía.
Este mundo es como una gran montaña
en el cual todos queremos llegar hasta la cima el problema es que tan solo unos
pocos lo logran y ¿sabes cuál es el colmo? El colmo es que muchos de los que lo
logran no son precisamente cristianos.
Muchos de los que conforman las
grandes filas de gente que lucha por entrar a una iglesia son personas
decepcionadas de la vida, sin ganas de luchar, esperando recibir un milagro o
morir. Que lleguemos en esa situación es normal, lo que no es normal es que después
de muchos años de cristianos sigamos en la misma condición.
En Lucas capítulo 16 y los
versículos del 1 al 9 Jesús nos relata la historia de un administrador que por
algún motivo es despedido. Y el robando a su amo asegura amistad con los del
pueblo. No es que Jesús se alegre por lo malo que hizo este varón, Jesús quiere
enseñarnos es que hay más gente astuta en el mundo que entre los del pueblo
cristiano. V 8 “Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho
sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus
semejantes que los hijos de luz.”
Hay personas que en el mundo eran
astutos, buenos para hacer el mal, y cuando se convierten a cristo se vuelven
mediocres tienen mil y una excusa para no servir en la obra.
La mayoría de los cristianos por no
decir todos trabajamos con riquezas injustas es decir trabajamos para o con
personas que no son cristianos. El dinero que usted recibe por su salario no
proviene de una actividad religiosa. Pero podemos utilizar nuestros trabajos
del mundo para ayudar a quienes lo necesiten con esto no solo abrimos puertas
para el evangelio, también abrimos puertas para que nosotros podamos entrar al
cielo. V 9 “Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las
riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas
eternas.”
El que se sabe administrar lo poco
que tiene le permitirá más adelante manejar mayor cuantía. V 10 a “El
que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel”
El que se sabe comportar en los
trabajos injustos es decir los trabajos seculares también podrá comportarse decente
y honradamente en los negocios espirituales. Así como manejamos las cosas del
mundo terminaremos manejando las cosas espirituales. Si tú eres dinámico,
ingenioso en lo del mundo también lo serás en la iglesia. V 10 b “y
el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.”
Si somos buenos administradores con
el dinero y lo bienes del mundo también lo haremos bien cuando nos deleguen lo
espiritual. V 11 “Pues si en las riquezas injustas no fuisteis
fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?”
Si en las cosas del mundo éramos
malos administradores también lo continuaremos siendo en las cosas de Dios. Si sabemos
administrar bien un negocio siendo empleados un día podremos tener nuestro
propio negocio. Un empleado con mente de empresario pronto terminara en victoria.
V 12 “Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará
lo que es vuestro?”
El manejo de nuestras emociones en
cuanto a lo material determina nuestra confiabilidad en cualquier actividad que
desarrollemos. V 13 “Ningún siervo puede servir a dos señores;
porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará
al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
La cima se la prepara estando abajo.
Ama lo poco que tienes y dale un excelente manejo de esta forma un día podrás
estar en la cima de tus sueños y propósitos.
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