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jueves, 15 de agosto de 2013

La Necesidad de Recibir a Cristo. Lucas 19.


VER VÍDEO.
Saqueo era un hombre muy importante tenía un cargo de prestigio y además de esto era rico. V 2 “Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico
Tenía todo lo que cualquier hombre podría anhelar. Mas sin embargo tenía una necesidad que todo su dinero no podía suplir. Su necesidad era Jesucristo.
El anhelaba ver quien era Jesús. Quería conocerlo. V 3 procuraba ver quién era Jesús.
¿Tú que tanto anhelas ver o tener un momento de intimidad con Jesucristo? Hay muchos que solo anhelan recibir un milagro. Más no les interesa conocerlo.
Cuando anhelamos algo y sobre todo tener un encuentro con Jesús es normal que se nos presenten obstáculos. V 3 b “; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura
Saqueo tenia sensibilidad a la presencia de Jesús. V 1 “Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.
Saqueo tenía necesidad de Jesucristo, quería verlo, lo anhelaba pero todo esto no era suficiente era necesario recibirlo en su casa dejar que él entre. V 5 “Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
Jesucristo debe estar en nuestra casa física, nuestra casa de habitación su presencia trae paz, amor, buena relación entre los miembros. Y lógicamente prosperidad.
Nuestro cuerpo también es casa es el templo del espíritu santo. 1 Corintios 6: 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” por lo tanto es necesario que Jesucristo more, repose en nosotros de esta forma el puede restaurar nuestra vida, nos da paz, gozo aun medio de la tormenta.
Jesucristo en nuestra vida nos hace nuevos. 2 Corintios 5: 17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Con Jesucristo en nuestra vida nos hace nacer de nuevo. Juan 3: 3 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Nuestra actitud al recibir a Cristo en nuestro corazón.
1. Con Gozo. V 6 “Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.” debemos sentirnos felices de tener a Cristo en nuestro corazón y de saber que es él quien transforma nuestra vida.
Del gozo que tengamos depende que podamos sentir la presencia de Jesucristo, y es la presencia de Jesucristo en nuestra vida  lo que hace milagros. Salmo 37: 4 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
2. Con arrepentimiento. V 8 “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado” el arrepentimiento nos permite corregir nuestra manera de actuar. Arrepentirse es cambiar de rumbo.
3. Con fidelidad y agradecimiento en lo poco. V 17 “El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.” estar contento y agradecido con lo poco no significa ser resignado a lo que se tiene; más bien quiere decir que mientras luchamos por mejorar debemos disfrutar lo que tenemos.
4. Con sometimiento. V 30- 31 diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo. 
19:31 
Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita.” la voluntad de Dios no es cuestionable. Debemos obedecer sin reparos.
5. Con alabanza y Gozo. V 37 “Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto,” el enemigo no quiere que se le alabe a Jesucristo. V 39 “Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.” nuestros enemigos no solo son los de afuera, también están en nosotros lo son nuestros temores, la vergüenza, la pereza. etc.  Si tu no lo alabas lo harán las mismas piedras. V 40 “El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.
6. Con dignidad nuestro templo físico o nuestro cuerpo debe ser digno como para Dios. V 45-46 “Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, 
19:46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.” que cosas necesitamos echar fuera de nuestra vida, de nuestro cuerpo.
El recibir a Jesucristo en nuestro corazón es nuestra decisión. Apocalipsis 3: 20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo
Recibir a Jesucristo en nuestro corazón es mucho más que tan solo hacer una oración, recibir a Jesucristo en nuestro corazón es permitirle a el que tome el control de nuestra vida y que haga de nosotros lo que a él le parezca.

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